viernes, 21 de diciembre de 2012

INTRODUCCION


La crisis española de 1808-1814 fue fundamental para el recrudecimiento de la lucha criolla en América hispana pues sus consecuencias se dejaron de sentir de manera directa en la formación de juntas de gobierno.
La prisión de los reyes españoles (Carlos IV – Fernando VII) fue aprovechada al máximo. Tanto en la propia península para establecer una monarquía constitucional a través de la promulgación de la constitución de 1812 como en las colonias americanas donde los criollos bajo el manto de su fidelidad al rey ocultaban sus claras intenciones separatistas, aplicando al mismo tiempo el principio denominado: “ Introversión de la soberanía a los pueblos en ausencia del Monarca”.                                                                                            Basado en que la soberanía proviene de dios, esta se la entrega al pueblo, este la delega a las juntas de gobierno.
El Perú virreinal no escapo a esta intentona separatista  a través de la formación de juntas que lamentablemente fracasaron ni bien se constituían. Veamos qué intentos se dan entre 1811 y 1814.

I 1811: REVELION DE FRANCISCO ANTONIO DE ZELA Y ARIZAGA (El primer grito de Tacna)
La marejada independentista se dejó sentir en el sur peruano, bajo la dirección del limeño Zela; Antonio seguiría el oficio de su padre y asumiría dicho cargo en 1792, se casó con la tacneña María siles y Antequera.
Aprovechando la llegada de la expedición argentina por el alto Perú, al mando del general Gonzales Valcárcel y el abogado José Castelli, francisco de Zela decide sublevarse, pues muchas proclamas habían llegado al sur del virreinato peruano, desde Buenos Aires para plegarse a la Rebelión Rioplatense; para mala suerte de los conjurados esta primera expedición luego de su avance triunfal sobre la paz serian derrotados a orillas del Rio Desaguadero en la Batalla de Guaqui (20 junio de 1810) por el General español José Goyeneche.
En Tacna, aun no enterados de la derrota, Zela, criollo de gran prestigio, decidió reunirse con muchos descontentos y planearon distraerá las fuerzas españolas facilitándole a los argentinos su avance, en la noche del 20 de junio de 1810 capturan el cuartel de infantería de Tacna, el cacique José Rosa dirigió la captura del cuartel de caballería, Zela se proclamó comandante militar de las milicias de América.
Efímero fue sin embargo el éxito, pues el 26 de junio llegaba a Tacna la noticia de la derrota en Guaqui, Zela comprendió que estaban solos y privados de toda ayuda, la reacción de los subdelegados de Arica y Tacna motivo su rápida captura, se dice, traicionado por sus propios capitanes. Muchos fueron capturados y luego liberados por las implicancias de la Jura de la Constitución de 1812; sin embargo, Zela fue sentenciado en 1814 a diez años de prisión en Sagres, Panamá, salvo de morir pues los poderosos parientes de Zela, su hermano político el acaudalado comerciante García Urrutia y su hermano Miguel Zela, debieron derramar mucho oro para impedir su ejecución. Zela muere en Sagres en 1821.
II.1812: LA REBELIÓN DE HUANUCO, PANATAHUAS Y HUAMALIES
Cuando aún  no se apagaba la Rebelión tacneña, vino a continuar los alzamientos de indios de Huánuco, Panatahuas y Huamalies, partidos o subdelegaciones de la intendencia de Tarma.
Las causas de la Rebelión se encuentran en el abuso de los subdelegados contra los indios y también contra los criollos comerciantes, que al ser liberados de impedimentos del cultivo del tabaco se dedicaron a ello, esto no gusto a los funcionarios de la intendencia que querían el control de la producción para sí. Debemos mencionar también como causas, las proclamas y/o pasquines que desde hacían llegar los argentinos.
La rebelión se inició de improviso el día 22 de febrero de 1812, ese día aparecieron frente a Huánuco los indios  rebeldes, le salió al encuentro el alférez Agustín Pérez con 20 hombres; Pérez murió en el intento de detener el avance. El 23 Huánuco estaba sitiada, los funcionarios habían huido, aprovechando, que el alférez Real Manuel Berrospi y el cura Marcos Durand Martel salieran a calmar a los indios. Huánuco fue saqueado, no se salvó ni la iglesia.
Los rebeldes comunicaron al virrey que la insurrección no era contra el Estado ni contra la Monarquía ni contra la patria, ni contra la religión  sino solo  contra los chapetones opresores y tirannos, según lo que vociferaban los indios. 




Fernando de Abascal, virrey, ordeno al intendente de Tarma, Don José Gonzales de Prada, sofocar la rebelión con sus hombres. Con cuatro cañones decidió pacificar la región, mientras tanto en Huánuco se formaba una junta de gobierno conformada por Domingo Berrospi, Juan José Crespo y Castillo y Juan Antonio Navarro; sin embargo, Berrospi mas quiso contener los ímpetus revolucionarios de los indios que darle un sentido revolucionario, por lo que fue destituido.                                                   Asumió el mando Crespo y Castillo, este recibiría la carta  de Gonzales de Prada donde se le pide la rendición otorgándoles demencia. Crespo y Castillo contestaría que había asumido la Jefatura por presión y que estaba vigilado, pero que él se mantenía leal a la corona. ¿Indecisión? ¿Estrategia?
Gonzales de Prada al no recibir respuesta de paz opta por atacar, amabas fuerzas se enfrentaron en Ambo, el 18 de marzo de 1812 entre 500 realistas y 1500 indios siendo  derrotados los rebeldes. Huánuco fue recuperado, los insurgente huyeron, a los pocos días de Crespo y Castillo y principales cabecillas fueron capturados, siendo ejecutados Crespo y Castillo en Huánuco.
III.1813: REBELIÓN DE ENRIQUE PAILLARDELLE SAGARDIA (El segundo grito de Tacna)
Nació en Francia en 1785, sus padres fueron el francés Juan María Paillardelle y la española Eustaquia de Sagardia. Muerto el padre, la madre y sus tres hijos emigraron a Argentina. Los hijos se enrolaron en el ejército. Enrique cae prisionero en Guaqui y es confinado en Tacna en donde el ambiente revolucionario estaba mucho mejor preparado que en 1811.
Los avances argentinos por el Alto Perú hacían propicia la ocasión de la rebelión, esta segunda expedición al mando de Manuel Belgrano logro tomar contacto con los conspiradores peruanos, en Puno Juan Francisco Paillardelle (hermano) recibe instrucciones, el plan consistía en levantar al mismo tiempo a Tacna, Arequipa y Moquegua, facilitando así los avances del ejército argentino.
Esta rebelión contaba entre los jefes al alcalde de Tacna, Manuel Calderón de la Barca, José Gómez, los hermanos Paillardelle, Manuel Rivero hermano del subdelegado de Tarma; la rebelión se dio el 3 de octubre de 1813 con ocasión del envió de órdenes de apresamiento contra los Paillardelle por el intendente de Arequipa José Gabriel Moscoso. Los sublevados capturaron al subdelegado y propiciaron el levantamiento de los cuarteles. El 4 de octubre se envió las noticias del alzamiento al jefe de las tropas argentinas; pero Manuel Belgrano había sido derrotado en Vilcapuquio y Ayohuma por Pezuela. Tacna  solo se alzó, pues ni Arequipa y Moquegua siguieron con el plan. Paillardelle decidió seguir con la rebelión y exhorto a sus tropas en el valle de caramolle (Tacna). El intendente de Arequipa, Moscoso, envió una expedición de 200 hombres bien armados, estos chocaron con las fuerzas del rebelde en Camiara (norte de Tacna) el 31 de octubre de 1813. Paillardelle logró huir al alto Perú. La deslealtad de Gómez Espejo y la derrota de Belgrano son causas de la derrota de Paillardelle.






Rebeliones
Contrariamente a lo que sucedía en la capital del virreinato fuera de ella -sobre todo en el sur del Perú- el malestar frente al gobierno español derivo en levantamientos armados. Examinados los movimientos rebeldes del siglo XIX se puede afirmar que existe una continuidad revolucionaria desde 1780 (movimiento de Túpac Amaru) hasta 1814 (rebelión de Pumacahua).

·         En 1811 estallo la revolución de Francisco Antonio de Zela en Tacna ("Primer grito de Tacna”). Es el primer movimiento con cuerpo de revolución en una ciudad peruana en el siglo XIX. Este levantamiento, sin duda, tuvo relación con el de Buenos Aires. Argentina había proclamado su independencia y el primer ejercito rioplatense invadía el Alto Perú. Francisco de Zela, criollo limeño y funcionario de las cajas reales de Tacna, se puso al frente de un grupo de patriotas y proclamo la revolución el 20 de junio de 1911, apoyado por el curaca del lugar Toribio ara. El mismo día ocurrió el triunfo de Goyeneche sobre Castelli, en Huaqui. La noticia de esta derrota y la falta de apoyo de las provincias vecinas determinaron que el movimiento perdiera fuerza. Los revolucionarios fueron sometidos por las autoridades, Zela fue apresado el 27 de junio y conducido a lima, donde le condenaron a diez años de cárcel en el presidio de Chagres (panamá). Murió el 28 de julio de 1819.

·                    los indígenas de la región de Huánuco se sublevaron el 22 de febrero de 1812 y, luego de derrotar a las fuerzas realistas al mando de Agustín Pérez, en el puente de Huayupampa, ingresaron a la ciudad de Huánuco. Eligieron como caudillo al procurador de esa ciudad, el criollo Juan José Crespo y Castillo.
           Formaron una junta y extendieron el levantamiento en casi todas las provincias                   vecinas. Sin embargo, las tropas realistas dirigidas por el intendente de Tarma, José Gonzales Prada, derrotaron a las fuerzas rebeldes en el puente de ambo, el 17 de marzo de 1812. Fueron condenados a muerte Crespo y Castillo y sus seguidores.
 
·                   Enrique Paillardelle y sus hermanos Juan Francisco y Antonio Felipe, y alcalde de Tacna, Manuel calderón de la barca, se alzaron en esa ciudad el 3 de octubre de 1813 (“segundo grito de Tacna”).tomaron los cuarteles de la ciudad y mandaron despachos al general Belgrano, jefe de la segunda expedición patriota hacia el alto Perú, notificándole el hecho. Paillardelle avanzo con sus hombres por Moquegua, rumbo a Arequipa, portando una bandera azul y blanca, mostrando su indudable conexión con la revolución de Buenos Aires. Las fuerzas patriotas fueron derrotadas en la batalla de Camiara el 31 de octubre de 1813. Los líderes de la región huyeron a Charcas a reunirse con Belgrano.
·         Finalmente, tenemos que referirnos a la revolución del curaca de chincheros, Mateo Pumacahua, la más formidable embestida la que, antes de la llegada de San Martín, tuvo que hacer frente el dominio de España en el Perú.
La revolución de Mateo Pumacahua y los hermanos mestizos José, Vicente y Mariano Angulo, comenzó en el cuzco y se expandió a toda la sierra sur hasta Arequipa y a los que hoy es Bolivia.
Los rebeldes protestaban contra el mal gobierno y la injusticia, el pésimo estado de la economía y la falta de libertad en materia de cultivos.
La rebelión se inició el 3 de agosto de 1814 cuando los hermanos Angulo, junto con José Gabriel Béjar y Manuel Hurtado de Mendoza capturaron a los oidores de la audiencia del cuzco y constituyeron la junta de gobierno de las provincias unidas del sur, presidida por mateo Pumacahua. La junta simulo reconocer la autoridad de Fernando VII, imitando lo que ya habían hecho las demás juntas de gobierno americanas, pero en realidad se enfrentó a las autoridades virreinales. Lanzaron entonces tres columnas de ataque:



La primera al mando del cura Ildefonso Muñecas y de Manuel Pinelo, hacia el alto Perú, para hacer conjunción con los patriotas argentinos. En setiembre los insurgentes capturaron puno y la paz, donde se entregaron al saqueo más abominable. En ese mismo mes el ejército realista al mando del general Juan Ramírez derroto a las fuerzas patriotas en la batalla de Chacaltaya.
Manuel hurtado de Mendoza, José Gabriel Béjar y mariano Angulo dirigieron la segunda columna hacia huamanga. En setiembre de 1814 ocuparon precariamente esa ciudad y, al mes siguiente, fueron derrotados por el coronel Vicente Gonzales en la batalla de Huanta. Los realistas tomaron huamanga y en enero de 1815 vencieron definitivamente a los patriotas en la batalla de Matará.
La tercera columna, comandaba por mateo Pumacahua y Vicente Angulo, marcho hacia Arequipa. En la batalla de apacheta, el 9 de noviembre de 1814 venció al mariscal Francisco Picoaga y a José Gabriel Moscoso, intendente de Arequipa, y ocupo la ciudad blanca. Allí se les unió melgar, como auditor de guerra.