La crisis española de 1808-1814 fue
fundamental para el recrudecimiento de la lucha criolla en América hispana pues
sus consecuencias se dejaron de sentir de manera directa en la formación de
juntas de gobierno.
La prisión de los reyes españoles
(Carlos IV – Fernando VII) fue aprovechada al máximo. Tanto en la propia
península para establecer una monarquía constitucional a través de la
promulgación de la constitución de 1812 como en las colonias americanas donde
los criollos bajo el manto de su fidelidad al rey ocultaban sus claras
intenciones separatistas, aplicando al mismo tiempo el principio denominado:
“ Introversión de la soberanía a los pueblos en ausencia del Monarca”. Basado
en que la soberanía proviene de dios, esta se la entrega al pueblo, este la
delega a las juntas de gobierno.
El Perú virreinal no escapo a esta
intentona separatista a través de la
formación de juntas que lamentablemente fracasaron ni bien se constituían.
Veamos qué intentos se dan entre 1811 y 1814.
I 1811: REVELION DE FRANCISCO ANTONIO DE
ZELA Y ARIZAGA (El primer grito de Tacna)
La marejada independentista se dejó
sentir en el sur peruano, bajo la dirección del limeño Zela; Antonio seguiría
el oficio de su padre y asumiría dicho cargo en 1792, se casó con la tacneña
María siles y Antequera.
Aprovechando la llegada de la expedición
argentina por el alto Perú, al mando del general Gonzales Valcárcel y el
abogado José Castelli, francisco de Zela decide sublevarse, pues muchas
proclamas habían llegado al sur del virreinato peruano, desde Buenos Aires para
plegarse a la Rebelión Rioplatense; para mala suerte de los conjurados esta
primera expedición luego de su avance triunfal sobre la paz serian derrotados a
orillas del Rio Desaguadero en la Batalla de Guaqui (20 junio de 1810) por el
General español José Goyeneche.
En Tacna, aun no enterados de la
derrota, Zela, criollo de gran prestigio, decidió reunirse con muchos
descontentos y planearon distraerá las fuerzas españolas facilitándole a los
argentinos su avance, en la noche del 20 de junio de 1810 capturan el cuartel
de infantería de Tacna, el cacique José Rosa dirigió la captura del cuartel de
caballería, Zela se proclamó comandante militar de las milicias de América.
Efímero fue sin embargo el éxito, pues
el 26 de junio llegaba a Tacna la noticia de la derrota en Guaqui, Zela
comprendió que estaban solos y privados de toda ayuda, la reacción de los
subdelegados de Arica y Tacna motivo su rápida captura, se dice, traicionado
por sus propios capitanes. Muchos fueron capturados y luego liberados por las
implicancias de la Jura de la Constitución de 1812; sin embargo, Zela fue
sentenciado en 1814 a diez años de prisión en Sagres, Panamá, salvo de morir
pues los poderosos parientes de Zela, su hermano político el acaudalado
comerciante García Urrutia y su hermano Miguel Zela, debieron derramar mucho
oro para impedir su ejecución. Zela muere en Sagres en 1821.
II.1812: LA REBELIÓN DE HUANUCO,
PANATAHUAS Y HUAMALIES
Cuando aún no se apagaba la Rebelión tacneña, vino a
continuar los alzamientos de indios de Huánuco, Panatahuas y Huamalies,
partidos o subdelegaciones de la intendencia de Tarma.
Las causas de la Rebelión se encuentran
en el abuso de los subdelegados contra los indios y también contra los criollos
comerciantes, que al ser liberados de impedimentos del cultivo del tabaco se
dedicaron a ello, esto no gusto a los funcionarios de la intendencia que
querían el control de la producción para sí. Debemos mencionar también como
causas, las proclamas y/o pasquines que desde hacían llegar los argentinos.
La rebelión se inició de improviso el día 22 de febrero de 1812, ese día aparecieron frente a Huánuco los indios rebeldes, le salió al encuentro el alférez
Agustín Pérez con 20 hombres; Pérez murió en el intento de detener el avance.
El 23 Huánuco estaba sitiada, los funcionarios habían huido, aprovechando, que
el alférez Real Manuel Berrospi y el cura Marcos Durand Martel salieran a
calmar a los indios. Huánuco fue saqueado, no se salvó ni
la iglesia.
Los rebeldes comunicaron al virrey que la insurrección no era contra el
Estado ni contra la Monarquía ni contra la patria, ni contra la religión sino solo contra los chapetones opresores y tirannos,
según lo que vociferaban los indios.
Fernando de Abascal, virrey,
ordeno al intendente de Tarma, Don José Gonzales de Prada, sofocar la rebelión con
sus hombres. Con cuatro cañones decidió pacificar la región, mientras tanto en Huánuco
se formaba una junta de gobierno conformada por Domingo Berrospi, Juan José
Crespo y Castillo y Juan Antonio Navarro; sin embargo, Berrospi mas quiso
contener los ímpetus revolucionarios de los indios que darle un sentido
revolucionario, por lo que fue destituido.
Asumió el mando Crespo y Castillo, este recibiría la carta de Gonzales de Prada donde se le pide la rendición
otorgándoles demencia. Crespo y Castillo contestaría que había asumido la
Jefatura por presión y que estaba vigilado, pero que él se mantenía leal a la
corona. ¿Indecisión? ¿Estrategia?
Gonzales de Prada al no recibir
respuesta de paz opta por atacar, amabas fuerzas se enfrentaron en Ambo, el 18
de marzo de 1812 entre 500 realistas y 1500 indios siendo derrotados los rebeldes. Huánuco fue
recuperado, los insurgente huyeron, a los pocos días de Crespo y Castillo y
principales cabecillas fueron capturados, siendo ejecutados Crespo y Castillo
en Huánuco.
III.1813: REBELIÓN DE ENRIQUE PAILLARDELLE
SAGARDIA (El segundo grito de Tacna)
Nació en Francia en 1785, sus
padres fueron el francés Juan María Paillardelle y la española Eustaquia de
Sagardia. Muerto el padre, la madre y sus tres hijos emigraron a Argentina. Los
hijos se enrolaron en el ejército. Enrique cae prisionero en Guaqui y es
confinado en Tacna en donde el ambiente revolucionario estaba mucho mejor
preparado que en 1811.
Los avances argentinos por el
Alto Perú hacían propicia la ocasión de la rebelión, esta segunda expedición al
mando de Manuel Belgrano logro tomar contacto con los conspiradores peruanos,
en Puno Juan Francisco Paillardelle (hermano) recibe instrucciones, el plan consistía
en levantar al mismo tiempo a Tacna, Arequipa y Moquegua, facilitando así los
avances del ejército argentino.
Esta rebelión contaba entre los
jefes al alcalde de Tacna, Manuel Calderón de la Barca, José Gómez, los
hermanos Paillardelle, Manuel Rivero hermano del subdelegado de Tarma; la rebelión
se dio el 3 de octubre de 1813 con ocasión del envió de órdenes de apresamiento
contra los Paillardelle por el intendente de Arequipa José Gabriel Moscoso. Los
sublevados capturaron al subdelegado y propiciaron el levantamiento de los
cuarteles. El 4 de octubre se envió las noticias del alzamiento al jefe de las
tropas argentinas; pero Manuel Belgrano había sido derrotado en Vilcapuquio y
Ayohuma por Pezuela. Tacna solo se alzó,
pues ni Arequipa y Moquegua siguieron con el plan. Paillardelle decidió seguir
con la rebelión y exhorto a sus tropas en el valle de caramolle (Tacna). El intendente
de Arequipa, Moscoso, envió una expedición de 200 hombres bien armados, estos
chocaron con las fuerzas del rebelde en Camiara (norte de Tacna) el 31 de
octubre de 1813. Paillardelle logró huir al alto Perú. La deslealtad de Gómez
Espejo y la derrota de Belgrano son causas de la derrota de Paillardelle.
Rebeliones
Contrariamente a lo que sucedía en la capital del virreinato fuera de
ella -sobre todo en el sur del Perú- el malestar frente al gobierno español
derivo en levantamientos armados. Examinados los movimientos rebeldes del siglo
XIX se puede afirmar que existe una continuidad revolucionaria desde 1780
(movimiento de Túpac Amaru) hasta 1814 (rebelión de Pumacahua).
·
En 1811 estallo la revolución de
Francisco Antonio de Zela en Tacna ("Primer grito de Tacna”). Es el
primer movimiento con cuerpo de revolución en una ciudad peruana en el siglo
XIX. Este levantamiento, sin duda, tuvo relación con el de Buenos Aires.
Argentina había proclamado su independencia y el primer ejercito rioplatense
invadía el Alto Perú. Francisco de Zela, criollo limeño y funcionario de las
cajas reales de Tacna, se puso al frente de un grupo de patriotas y proclamo la
revolución el 20 de junio de 1911, apoyado por el curaca del lugar Toribio ara.
El mismo día ocurrió el triunfo de Goyeneche sobre Castelli, en Huaqui. La noticia
de esta derrota y la falta de apoyo de las provincias vecinas determinaron que
el movimiento perdiera fuerza. Los revolucionarios fueron sometidos por las
autoridades, Zela fue apresado el 27 de junio y conducido a lima, donde le
condenaron a diez años de cárcel en el presidio de Chagres (panamá). Murió el
28 de julio de 1819.
·
los indígenas de la región de Huánuco
se sublevaron el 22 de febrero de 1812 y, luego de derrotar a las fuerzas
realistas al mando de Agustín Pérez, en el puente de Huayupampa, ingresaron a
la ciudad de Huánuco. Eligieron como caudillo al procurador de esa ciudad, el
criollo Juan José Crespo y Castillo.
Formaron una junta y
extendieron el levantamiento en casi todas las provincias vecinas. Sin embargo, las
tropas realistas dirigidas por el intendente de Tarma, José Gonzales Prada,
derrotaron a las fuerzas rebeldes en el puente de ambo, el 17 de marzo de 1812.
Fueron condenados a muerte Crespo y Castillo y sus seguidores.
·
Enrique Paillardelle
y sus hermanos Juan Francisco y Antonio Felipe, y alcalde de Tacna, Manuel
calderón de la barca, se alzaron en esa ciudad el 3 de octubre de 1813
(“segundo grito de Tacna”).tomaron los cuarteles de la ciudad y mandaron
despachos al general Belgrano, jefe de la segunda expedición patriota hacia el
alto Perú, notificándole el hecho. Paillardelle avanzo con sus hombres por
Moquegua, rumbo a Arequipa, portando una bandera azul y blanca, mostrando su
indudable conexión con la revolución de Buenos Aires. Las fuerzas patriotas
fueron derrotadas en la batalla de Camiara el 31 de octubre de 1813. Los
líderes de la región huyeron a Charcas a reunirse con Belgrano.
·
Finalmente, tenemos que referirnos a la
revolución del curaca de chincheros, Mateo Pumacahua, la más formidable
embestida la que, antes de la llegada de San Martín, tuvo que hacer frente el
dominio de España en el Perú.
La
revolución de Mateo Pumacahua y los hermanos mestizos José, Vicente y Mariano
Angulo, comenzó en el cuzco y se expandió a toda la sierra sur hasta Arequipa y
a los que hoy es Bolivia.
Los
rebeldes protestaban contra el mal gobierno y la injusticia, el pésimo estado
de la economía y la falta de
libertad en materia de cultivos.
La rebelión se inició el 3 de agosto de 1814 cuando los
hermanos Angulo, junto con José Gabriel Béjar y Manuel Hurtado de Mendoza
capturaron a los oidores de la audiencia del cuzco y constituyeron la junta de
gobierno de las provincias unidas del sur, presidida por mateo Pumacahua. La
junta simulo reconocer la autoridad de Fernando VII, imitando lo que ya habían
hecho las demás juntas de gobierno americanas, pero en realidad se enfrentó a
las autoridades virreinales. Lanzaron entonces tres columnas de ataque:
La primera al mando del cura Ildefonso Muñecas y de Manuel Pinelo,
hacia el alto Perú, para hacer conjunción con los patriotas argentinos. En
setiembre los insurgentes capturaron puno y la paz, donde se entregaron al
saqueo más abominable. En ese mismo mes el ejército realista al mando del
general Juan Ramírez derroto a las fuerzas patriotas en la batalla de
Chacaltaya.
Manuel hurtado de Mendoza, José Gabriel Béjar y mariano Angulo
dirigieron la segunda columna hacia huamanga. En setiembre de 1814 ocuparon
precariamente esa ciudad y, al mes siguiente, fueron derrotados por el coronel
Vicente Gonzales en la batalla de Huanta. Los realistas tomaron huamanga y en
enero de 1815 vencieron definitivamente a los patriotas en la batalla de
Matará.
La tercera columna, comandaba por mateo Pumacahua y Vicente Angulo,
marcho hacia Arequipa. En la batalla de apacheta, el 9 de noviembre de 1814
venció al mariscal Francisco Picoaga y a José Gabriel Moscoso, intendente de
Arequipa, y ocupo la ciudad blanca. Allí se les unió melgar, como auditor de
guerra.